El Papa Francisco nos propone tres caminos para la construcción de la Paz, primero: diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyectos compartidos. En segundo lugar, la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo. Y, por último, el trabajo para una plena realización de la dignidad humana. (Papa Francisco Celebración De La 55 Jornada Mundial De La Paz)

Nuestra Diócesis ha sido ejemplo de construcción de Paz, pero hoy la realidad nos plantea nuevos desafíos, por tanto y con base las orientaciones del Papa y siguiendo las líneas de acción misionales definidas por la Pastoral Social Diocesana, iniciamos labores en este 2022. Con energía recargada y entusiasmo renovado a partir del 11 de enero El secretariado Diocesano de Pastoral Social y sus unidades operativas han abierto sus puertas a este nuevo año con el fin de dar continuidad y fortalecer los procesos que aporten a la construcción de la paz duradera en el territorio de la Diócesis de Socorro y San Gil.

De esta manera el IDEAR, Edisocial, el Laboratorio de Suelos y Aguas Peñaflor y la Unidad de Formación y Organización Comunitaria equipo móvil durante este primer mes del año han dedicado buena parte de su tiempo a realizar la programación anual y a hacer los contactos necesarios con los actores del territorio que de manera comprometida se quieran vincular a la construcción de un desarrollo integral, solidario y en Paz.

Se resalta la continuidad del proceso de acompañamiento, asesoramiento y formación de las comunidades parroquiales que hacen parte de la red de acueductos comunitarios Agua para la Vida que viene haciendo la Unidad de Formación y Organización Comunitaria equipo móvil, que en este año tiene como énfasis la generación de espacios de diálogo, formación y desarrollo de acciones con jóvenes y niños. De igual manera desarrollar una estrategia de articulación con Instituciones educativas con el fin de apoyar y fortalecer los procesos de educación ambiental. Además, se propone que las actividades comunitarias sean concretas, vinculantes, participativas y articuladas con múltiples actores en torno a la protección del derecho individual y colectivo al agua potable.

En este sentido, se concretó la articulación con el colegio agropecuario de Encino, donde ya se hizo una actividad de reconocimiento del santuario de flora y fauna al río Fonce y se cuenta ya con la planeación de actividades para el año. De igual manera, se han realizado acercamientos con 6 colegios más en igual número de parroquias con el fin de articular acciones. Además, se han realizado acompañamientos a las asambleas generales de algunos acueductos comunitarios con énfasis en el fortalecimiento organizativo y de capacidades para la gestión de los bienes comunes y también se ha asesorado la elaboración de 5 Programas de Uso Eficiente y Ahorro del Agua con énfasis en el aseguramiento del derecho por medio de la Gestión comunitaria.

Nuestras actividades ya empiezan a despegar y buscarán seguir construyendo caminos alternativos de desarrollo, esta vez, desde la generación de espacios para el diálogo intergeneracional, fortaleciendo el proceso educativo y con la realización de acciones concretas de transformación en cada una de las comunidades, con el fin, de que entre todos podamos lograr un mundo más Justo, más Humano y Más Fraterno.