En los encuentros comunitarios que realizamos como pastoral social, se escuchan las palabras “Incidencia política”. Y se puede ver cómo, algunas personas, hacen caras de descontento, inconformismo y hasta desagrado. Cuando se pregunta el porqué de estas reacciones, nos responden: que se debe a lo que trae al pensamiento la segunda palabra “Política”, la cual se relaciona con corrupción, clientelismo, mentira, engaño, pérdida de los recursos públicos entre otros.
Es entonces, cuando hablamos de: necesidades, Estado, gobierno, espacios de decisión, democracia, participación, políticas públicas, propuestas, cambios, rutas de incidencia, organización y comunicación. Esto con el fin de ir aclarando el verdadero significado de incidencia y política y plantear un contexto donde como sociedad civil, se tiene la capacidad de proponer los cambios que se consideran y responden adecuadamente a las necesidades identificadas. Se lleva la participación más allá del voto y se propone un papel más activo a la ciudadanía en el camino de transformación de su realidad.
En este sentido, toma fuerza la organización comunitaria como espacio de vivencia de la democracia, donde se fortalece la capacidad de concertar, construir y actuar colectivamente. Entendiendo que es ahí donde, también, se pueden replicar los vicios de la cultura política, como la reducción de la participación solamente a la elección, la delegación completa de las responsabilidades en la junta directiva, elegir por amistad, por conveniencia, por los títulos académicos o porque habla bonito y no por las propuestas. Por tanto, es necesario continuar trabajando de manera coordinada, solidaría y comprometida por la organización comunitaria. Hay que fortalecer sus capacidades para construir acuerdos, para incidir políticamente en los asuntos que les compete, los procesos de toma de decisiones y de acción conjunta, concertada y planificada en pro del cambio que desean.
Por tal motivo, la Pastoral Social en sus encuentros programados con las redes locales de acueductos comunitarios realizados durante los primeros dos meses del año 2022, se ha planteado como objetivo la revisión participativa del espacio de red local en sus motivaciones, en lo organizacional y en lo social. Esto con el fin de plantear acciones que permitan hacer del espacio de articulación municipal de los acueductos comunitarios, un espacio funcional, que brinda apoyo a las redes veredales, que abre las puertas para la asesoría y la capacitación y que especialmente cuenta con capacidad de incidencia política local en torno a la protección de la gestión comunitaria del agua y de la protección del medioambiente en general.
Por último, se resalta la necesidad de intervenir, participar, hacer de la política esa verdadera acción en pro de la construcción del bien común, esa verdadera expresión de servicio a los demás. Como sociedad civil no podemos seguir siendo ciudadanos pasivos y menos hoy cuando la realidad nos solicita cambios, nos pide acciones. Y en torno a lo esencial para la vida no podemos esperar a que otros lo hagan debemos incidir para que el cambio que queremos sea una realidad.