Los acueductos comunitarios que desarrollan sus acciones en las zonas rurales tienen una relación estrecha con la fuente hídrica que los abastece de agua. Es así que realizan acciones de protección, reforestación, limpieza y aislamiento de las mismas. Realizan procesos de negociación con los dueños de los predios donde están las fuentes para lograr acuerdos de conservación, de igual manera, mantienen al día la concesión de aguas que es otorgada por la Corporación Autónoma de Santander – CAS.

Ahora, esta interacción constante con la fuente, la que, a su vez, se vuelve conflictiva en la medida que las negociaciones con los dueños de los predios no se logran concretar, cada vez que personas de la comunidad o ajenas realizan actividades que contaminan el agua afectando la calidad de la misma, reducen el caudal de la fuente y afectan la cobertura vegetal del afluente. Lo anterior se une al sentimiento de que la autoridad encargada de la protección del medio ambiente, no les brinda el respaldo correspondiente, oportuno y adecuado a las necesidades de los acueductos comunitarios.

Por lo anterior la Pastoral Social y La Red De Acueductos Comunitarios Agua para la Vida, han iniciado un acercamiento con las directivas de la Corporación Autónoma de Santander – CAS, con el fin de plantear de manera directa las problemáticas y las propuestas que desde el proceso se han identificado y construido de manera colectiva. Se espera que con esta estrategia de incidencia se logren avances importantes hacia el reconocimiento de las diferencias de la gestión comunitaria del agua y  el respaldo oportuno por parte de la autoridad ambiental en los procesos de concesión de aguas y las problemáticas ambientales.