“De Colombia Para La Tierra”

“En el Día Internacional de la Tierra, vale la pena señalar qué tiene Colombia para aportarle al planeta y por qué es considerado como un sitio estratégico en biodiversidad, de una riqueza solamente comparable con la de países como Brasil.

Colombia alberga una gran variedad de ecosistemas, desde los humedales y los manglares costeros hasta los nevados, pasando por los desiertos, las selvas húmedas tropicales y los páramos.

Uno de estos lo constituyen las ciénagas, cuerpos de agua que se comunican con los ríos, alimentándolos en épocas de verano y almacenando sus excesos de caudal en el invierno. También regulan el clima y son el refugio de una gran cantidad de especies de flora y fauna, algunas de ellas endémicas (que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta).

Los manglares, ciénagas de agua salobre (que reciben agua dulce de los ríos y agua salada del mar), se encuentran tanto en la costa Atlántica como en la Pacífica. Son algunos de los ecosistemas más productivos del planeta, por su gran capacidad para producir nutrientes que enriquecen la cadena alimenticia marina. También constituyen un refugio para los peces marinos que llegan hasta allí para desovar o para protegerse de los predadores del mar.

Así mismo, albergan gran cantidad de moluscos. En el bosque de manglar existen varias especies de mangle, árboles que soportan altos niveles de salinidad. Entre estos se encuentran el mangle rojo, el mangle negro y el piñuelo. También habitan en ellos gran cantidad de aves, reptiles y mamíferos. Los manglares más extensos del país son la Ciénaga Grande de Santa Marta y la Ciénaga de Lorica, en la costa Caribe.

Parecidas a estas ciénagas, pero más profundas y no tan ricas, están las lagunas de agua dulce. Las más conocidas se encuentran en el interior del país, en la zona andina. Las más representativas son las de Fúquene, la Tota y la Cocha.

También en la cordillera se encuentran los bosques andinos, caracterizados por árboles como robles y cedros, y los bosques de niebla. Estos últimos contienen especies arbóreas cuya edad oscila entre 50 y 100 años. Entre los animales se encuentran especies como las dantas, osos de anteojos, guaguas y venados.

Subiendo por la cordillera, se llega a los páramos (generalmente a más de 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar) donde se produce casi toda el agua que consumimos.

Se caracterizan por la gran cantidad de humedad almacenada y especies vegetales como musgos, líquenes y frailejones. Sus plantas actúan como verdaderas esponjas, almacenando el agua en épocas de lluvia, para luego soltarla poco a poco, como a cuenta gotas, en épocas de sequía.

Visualmente, el páramo es como una gran llanura, pero en alto relieve, con plantas que crecen a ras del suelo y unos cuantos arbustos o árboles de poca altura. Entre las especies más conocidas se encuentran el chusque, el árnica, planta con propiedades medicinales, el pino enano y arbustos como el pegapega y el siete cueros.

Montaña arriba, más allá de los páramos, están los nevados. Su importancia radica en que almacenan gran cantidad de agua en forma de hielo o nieve. Los más representativos son la Sierra Nevada del Cocuy, el Nevado del Huila, los que conforman el Parque Nacional Natural Los Nevados y la Sierra Nevada de Santa Marta.

Esta última es un caso muy particular, ya que, a diferencia de los otros nevados del país, este se encuentra en plena costa Atlántica, en el departamento del Magdalena. En un área de 70 kilómetros de radio, la Sierra alberga 70 especies y subespecies endémicas de aves.

Curiosamente, los ecosistemas menos conocidos y explorados del país son también algunos de los más ricos en biodiversidad del planeta. Se trata de los bosques y selvas húmedas tropicales, que se encuentran en la Amazonia y el Chocó biogeográfico.

Este último se caracteriza porque llueve casi durante todo el año y tiene un alto grado de endemismo. Hasta el momento, se han registrado 170 especies de mamíferos endémicos. La zona es habitada por grandes roedores, como el guatín, y una buena cantidad de reptiles. Además, es refugio de una gran cantidad de aves migratorias.”

Como Vemos, la riqueza, diversidad y exuberancia de nuestro territorio Colombiano es inmensa. Pero diversos factores económicos, sociales, políticos, ambientales, están causando impactos de imprevisibles consecuencias al planeta y a nuestro país.

Por ejemplo la destrucción de los páramos, por efecto de la explotación minera; la contaminación de los ríos por la producción energética, por la contaminación por la minería, por la contaminación con residuos químicos generados por la producción agroindustrial sin control, por la incapacidad de manejar acertadamente las aguas residuales de pueblos y ciudades, por la alta carga de residuos sólidos que son arrojados a ellos., etc.

Nuestra tierra, hoy en el 2016, está sobrecargada, está asfixiándose, padece de serias enfermedades que todos debemos atender con urgencia.

Sea esta la oportunidad de ver no solamente lo malo que les está pasando al planeta, sino también una oportunidad única para tomar conciencia y proponernos empezar a cambiar actitudes frente al trato que le damos a la tierra y sus diversos ecosistemas y así lograremos remediar y recuperar lo que pareciera estar perdido.

Desde la Pastoral Social estamos impulsando la Red Regional “Agua para la Vida” fortaleciendo el trabajo organizado de los Acueductos Comunitarios veredales. El IDEAR, desarrolla programas de formación orientados a  la juventud rural especialmente, a fin de hacer un desarrollo más sostenible y amigable con el medio ambiente.  El laboratorio Peña Flor se encarga de asesorar profesionalmente a los agricultores para que hagan uso adecuado de los suelos; EDISOCIAL en ejercicio de su labor como impresora, procura aplicar métodos de reciclaje, manejo de productos químicos de manera ecológica y contribuir así a la protección del medio ambiente.

Quizá son acciones pequeñas en las que se trata de involucrar un número de familias y personas significativo, pero que lo importante es hacerlo de manera consciente y responsable.

Felicitaciones terrícolas, hoy es el día de nuestra madre tierra, la pachamama como la llaman nuestros raizales, la casa de todos, como la llama el Santo Padre Francisco.